REDH, en alerta por ataques de Luis Redondo a sociedad civil

La Red por la Equidad Democrática en Honduras (RED-H) se ha declarado en alerta ante los “ataques y discursos de odio” del presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, dirigidos a personas y organizaciones de la sociedad civil.

“La RED-H se declara en alerta ante ataques y discursos de odio que atemorizan y cohíben la acción ciudadana, anulan el derecho a la libertad de expresión y deterioran el Estado de derecho, entre otros principios democráticos”, afirmó la organización en un comunicado.

En el inicio del documento, la Red rechazó las “desafortunadas expresiones” de Redondo, quien “criticó de forma hostil” a la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), al Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y a la socióloga Julieta Castellanos por cuestionar las funciones del Congreso Nacional.

En la sesión del Congreso del 15 de agosto, Luis Redondo afirmó que, según el CNA, la ASJ y Julieta Castellanos, las campañas para las elecciones de 2025 en Honduras corren el riesgo de ser financiadas con dinero ilícito proveniente del narcotráfico.

Redondo acusó a estos sectores de tener conflictos de interés y de estar coludidos para facilitar el financiamiento del narcotráfico y la corrupción en Honduras, sugiriendo que el Ministerio Público debería investigarlos.

Acciones intimidatorias

“Consideramos deplorables las acciones intimidatorias que, desde cualquier instancia de poder, pretenden usar a los órganos de justicia como herramienta de control para silenciar voces ciudadanas y organizaciones (…) que exponen sus opiniones o publican el resultado de sus investigaciones y encuestas de opinión, las cuales solo reflejan la percepción ciudadana sobre las acciones y decisiones políticas que se perciben como apartadas de los valores democráticos y del bien común”, publicó la REDH.

Por ello, la REDH condena enérgicamente cualquier muestra de abuso de poder que intente restringir los espacios de participación ciudadana y libertad de expresión.

La organización también subrayó que, para que una democracia funcione, es imprescindible respetar los pesos y contrapesos, promover el diálogo, la tolerancia, el respeto a las opiniones y las garantías individuales.

Además, sugirió que los funcionarios, independientemente de su rango en cualquiera de los poderes del Estado, están obligados a rendir cuentas sobre los fondos que administran.

“Los ataques y amenazas solo reflejan los escasos valores democráticos que dicen representar”, concluyó la REDH.

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